24 de septiembre de 2014


El avance del caracol



 El Gobierno informa a bombo y platillo que el paro registrado en el pasado mes de marzo en las oficinas del INEM descendió en 16.620 personas, una cifra histórica, aseguran todos sus portavoces. Y es que para el Partido Popular, cuya comprensión de los datos económicos no tiene pa-rangón, estos registros de desempleo que se publican son los mejores de los últimos 10 años, y asevera el Gobierno sin recato alguno, que nuestro País está saliendo de la recesión y recuperando y consolidando el crecimiento económico. Y lo dice sin pelos en la lengua. Todos los ministros hacen su propaganda de estos datos por las televisiones y las radios con amplias sonrisas y miradas cargadas de sentimiento destructivo hacia la oposición, que aparece desde hace demasiado tiempo en prolongado letargo.

  Sí, 16.620 parados menos en un mes es un buen dato, eso nadie lo pone en duda. Pero analicemos la situación sin intereses partidistas: Cuando el Gobierno de Rajoy termine esta legislatura, habremos vuelto a cifras de desempleo similares a las que dejó el ejecutivo de Zapatero. ¿Es eso suficiente para que Rajoy y su Gobierno en pleno nos quiera hacer ver la diferencia de su gestión sin aportar datos concretos de los que el pueblo llano sepa entender?
   Porque, si el resultado es que cuando termine la presente legislatura Popular hemos vuelto a las mismas o parecidas cifras de desempleo de cuando tomaron el poder, un triste balance. Máxime cuando por el camino transitado la clase obrera ha perdido la mayor parte de sus derechos a golpe de decreto, adquiridos que no regalados en 30 años de reivindicaciones. La miopía de este Gobierno con respecto a la realidad es patente. Ignora que cada vez se pueden ver a más personas, jóvenes y mayores, recogiendo comida en los contenedores de basura, o haciendo cola en los comedores sociales porque han perdido la protección de un estado que se dice democrático, al tiempo que los grandes banqueros de este País se suben sus sueldos millonarios sin recato alguno.
    No hay duda que en estos pocos años de Gobierno el Partido Popular se está dando un festín a costa de la sociedad sumisa, quitando derechos fundamentales y suprimiendo, dentellada a dentellada y sin el menor atisbo de misericordia, el estado del bienestar. Ya no hay clases medias en este País maltrecho, con una parte de su clase política corrupta, ahora todo se reduce a parados, la mayoría de ellos sin protección alguna, pobres y desahuciados y ricos cada vez más ricos. Se-gún parece, para este Gobierno engreído y soberbio, ese es el camino correcto.
    El caracol ha avanzado un centímetro y medio dentro de la vorágine, pero el panorama que se le presenta ahora es un campo desolado, yermo, repleto de cadáveres…

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