1 de noviembre de 2012

La muerte anunciada del Museo de Historia

El 21 mayo 1998 se publicó en el BOE un Plan de Excelencia Turística, firmado entre el Gobierno Central, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Fuengirola y AEHCOS, donde salieron los primeros fondos para la creación del Museo de Artes y Costumbres Populares de Fuengirola. En el Primer Protocolo de este convenio, publicado en el BOE del 24 abril de 1998, se estableció una financiación de 201 millones de pesetas (1’2 millones de euros), de la que 50 millones de pesetas (300.000 euros) se destinarían para la 1ª fase del Museo. El 3 febrero de 1999 se publicó en el BOE el Segundo Protocolo de este acuerdo que fijaba también otro montante global de 201 millones de pesetas (1’2 millones de euros), de los que otros 50 millones de pesetas (300.000 euros) sirvieron para la 2ª fase del Museo.

El 12 junio 2000, en el BOE apareció el Tercer Protocolo para la última fase del Museo, que recibió 84 millones de pesetas (unos 504.000 euros). El 30 de agosto de 2001, sale anuncio en el BOP para la adjudicación y ejecución de las obras de terminación del Museo por un importe total de 50.426.839 pesetas (303.071,40 euros). En total se invirtieron 184 millones de pesetas (1’1 millones de euros), procedentes del erario público. Finalmente, el 14 de febrero 2003 se inaugura el Museo de Historia de la Ciudad que ocupaba en origen los edificios del antiguo matadero y casa del Veterinario. En sus inicios contaba con una superficie de 1.700 metros cuadrados, y donde se reunían vestigios de los últimos14 siglos del municipio.
Dos años después de su apertura, empezó el proceso de enajenación de este patrimonio público, y parte del Museo se derribó para construir el nuevo Ayuntamiento en abril de 2005. En juniode ese mismo año el ejecutivo de Oña decidió conceder a una empresa privada el 60% de la superficie del Museo que quedó tras construir el nuevo Ayuntamiento, como se describe en el Edicto 7346/2005, con un uso privativo de 586 m2 en el interior del Museo para la construcción, instalación y explotación de un servicio de restauración, con un canon mensual de 1.667 euros. Quedaban pues, 384 m2 para destinarlos al Museo propiamente dicho.

Ante las críticas en Plenos realizadas por el Partido Andalucista, el concejal de cultura Gregorio Hernández, alegó que este Museo era importante para la ciudad, y el restaurante podía ser un gran aliciente para que la gente acudiera a verlo. Pero una cosa es un restaurante que sea parte natural e integrante de una planta de un Museo, y otra que el restaurante le quite el 60% de la superficie total del mismo.
El tiempo nos ha dado la razón, porque desde el año 2007, poco después de abrir el restaurante, los restos que quedan del Museo han entrado en una fase de completa dejadez, hasta el punto de dejarlo morir para especulación de su futura privatización.
Por parte del Ayuntamiento apenas hay información de este Museo, y la que hay es incorrecta.Se informa de que el horario de apertura es de lunes a domingo de 11.30h a 13.30h y de 18.00h a 20.00h, y sin embargo, en la propia entrada del Museo, hasta hace poco, se podía ver un cartel escrito a mano en un trozo de papel, donde se anunciaban los horarios de apertura y cierre del Museo de Historia, indicando el horario de visitas de 11,00h a 13,00h de martes a viernes.

Este proyecto cultural, con una inversión millonaria de fondos públicos, ha sido marginado, sin promoción alguna, sin inversión, con una pésima gestión pública, condenado a un ostracismo irremediable. Casi nadie en Fuengirola debe saber que su pueblo tiene una instalación cultural de este tipo o la haya visitado. Porque este Museo es en realidad un enfermo moribundo a punto de fallecer de inanición, despojado de su superficie inicial.
Lo que comenzó como un proyecto cultural de cierta ambición ha acabado siendo un fiasco calculado y conociendo la aversión que Esperanza Oña le tiene al patrimonio público, no es de extrañar que lo que queda de este museo, acabe cerrando sus puertas y termine en manos de la privatización, con la excusa de que no ha atraído, o atrae ya a nadie, para argumentar su cierre. En la actualidad el Museo es de titularidad pública, pero gestionado por la sociedad cooperativa Infosuel, que actualmente también tiene la concesión del Castillo Sohail. Todo lo descrito deja presagiar que el cierre del museo puede ser inminente.
Como pudieron dejar derrumbar parte del Museo cuando se iniciaron las obras del nuevo Ayuntamiento, y eso a los dos años de inaugurarse, y sobre todo después de que se invirtieron 184 millones de pesetas (1,1 millones de euros) procedentes del erario público.





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